«Si sobrevive, tendrá muerte cerebral»

Una de las notas características de la bondad de Dña. Lucilia es la delicadeza propia de una madre siempre dispuesta a acudir en auxilio de sus hijos en cualquier circunstancia.

Breno Augusto em coma, no hospital - Foto: Reprodução

Breno Augusto en coma, en el hospital

De esto nos da un valioso testimonio Verónica Lima Barboza, residente en Montes Claros (Brasil): «El día 26 de febrero de 2021, mi hijo Breno Augusto Lima Barboza Silveira tuvo un accidente de moto en la ciudad de Juiz de Fora. Ingresó en el hospital con TCE (traumatismo craneoencefálico) grave, politraumatismo, hundimiento de cráneo, cerebro desplazado 1,8 cm, varias fracturas en el brazo izquierdo y lesión en el pulmón izquierdo».

En resumen, el joven estaba en coma en el grado 3 de Glasgow, el más profundo estadio, en el cual el paciente no responde a ningún estímulo. Después de una operación de craneotomía descompresiva, el cirujano le dijo a Verónica que «ya estaba hecho todo lo que había que hacer». Y resumió en una breve frase la gravedad de la situación: «Si sobrevive, tendrá muerte cerebral». Es decir, quedaría en estado vegetativo.

En ese trágico momento, Verónica mantuvo una gran paz de alma, confortada por el hecho de que un sacerdote heraldo hubiera acudido al hospital y administrado a su hijo la Unción de los Enfermos. Ella consiguió autorización para visitarlo en el CTI todos los días, pero infelizmente, debido al agravamiento de la pandemia de COVID-19, dichas visitas fueron canceladas.

Doña Lucilia da muestras de su actuación en el caso

Da. Verônica Barboza com seu filho, junto a um sacerdote dos Arautos do Evangelho - Foto: Reprodução

Verônica Barboza con su hijo, junto a un sacerdote de los Heraldos del Evangelio

«El 8 de marzo —prosigue Verónica—, cuando fueron suspendidas las visitas en el CTI, le pedí a la enfermera jefe que colocara una estampa de Dña. Lucilia junto a Breno Augusto, para que ella lo cuidara en mi ausencia».

El 12 de abril, le dieron el alta del CTI. Los días 21 y 22, en los cuales se conmemoran el aniversario de fallecimiento y el de nacimiento de Dña. Lucilia, el joven mostró alentadoras señales de mejoría: se sentó y levantó la cabeza. Gran sorpresa se llevaron los dos fisioterapeutas que le asistían; uno de ellos, muy contento con tal progreso, le pidió a Verónica que marcara la fecha 21 de abril de 2021 para celebrar esa feliz evolución.

Verónica concluye su relato con sencillas palabras de gratitud: «Dña. Lucilia cuidó de mi hijo en el CTI y hoy está vivo gracias al milagro obrado por su intercesión».

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