Solución inmediata a un angustiante problema

«Cuando el médico confirmó el diagnóstico y pidió el examen del líquido, entregamos en ese mismo instante a Bernardo en las manos de Dña. Lucilia Corrêa de Oliveira.

 Elizabete Fátima Talarico Astorino

Bernardo José Eger con una estampa de Dña. Lucilia y otra del Dr. Plinio

El día 19 de agosto de 2022, Bernardo José Eger —de 5 años, hijo de Kevin Eger y Dailane Eger, residentes en São Paulo— tuvo que ser internado de urgencia debido a inquietantes convulsiones. Llegó al hospital casi inconsciente, con la coordinación motora bastante afectada. Tras analizar los distintos exámenes que le hicieron para identificar la causa de las convulsiones, una médica les informó que, además de otros síntomas característicos, la rigidez de la nuca indicaba una posible meningitis. Unas horas después, otro especialista confirmaba la temible valoración de su colega y solicitó una prueba del líquido cefalorraquídeo, para verificar el nivel de avance de la enfermedad y determinar el tratamiento adecuado.

Cuenta Dailane: «Cuando el médico confirmó el diagnóstico y pidió el examen del líquido, entregamos en ese mismo instante a Bernardo en las manos de Dña. Lucilia Corrêa de Oliveira, madre del Dr. Plinio, por la cual tenemos una especial devoción».

Tras una hora de angustia y de oraciones, Kevin y Dailane fueron llamados para que conocieran el resultado de las pruebas. Narra ella: «Para asombro del equipo médico, y también nuestro, el líquido cefalorraquídeo no presentaba alteración alguna. La valoración médica, que ya había sido hecha dos veces, fue repetida una tercera, con el mismo buen resultado: sin rigidez de nuca, la fiebre le había bajado, todo estaba normalizado. Se trataba de un milagro, obrado por la intercesión de Dña. Lucilia».

Bernardo permaneció internado unos días más para «estudios» médicos, en los que se constató que estaba totalmente normal y estable. «El 24 de agosto, volvimos a casa como si no hubiera pasado nada. Alabado sea Dios y la Virgen en sus ángeles y en sus santos. Gracias a Dña. Lucilia», concluye Dailane.

(Extraído de Revista Heraldos del Evangelio, noviembre 2022)

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