Se acordó de la devoción que su fallecido esposo le tenía a Dña. Lucilia. «Le pedí a ella que intercediera ante el Sagrado Corazón de Jesús.
Elizabete Fátima Talarico Astorino
Emocionante es también el testimonio enviado por Renilda Ferreira Bezerra Oliverio dos Santos, que fue socorrida bondadosamente por Dña. Lucilia cuando necesidades financieras la llevaron a una gran aflicción.

Tras el fallecimiento de su esposo en 2019, Renilda se mudó de Recife a São Paulo, buscando una educación mejor para sus cuatro hijos. Sin embargo, en tierras paulistas la familia tuvo que enfrentar varias pruebas y desafíos. Para empeorar todavía más su difícil situación, recibió de la arrendataria de su vivienda de Recife el aviso de que ese mes no podría depositar el día convenido el importe del alquiler. Ahora bien, ese dinero era indispensable para su sustento.
En esta angustiante coyuntura, se acordó de la devoción que su fallecido esposo le tenía a Dña. Lucilia. «Le pedí a ella que intercediera ante el Sagrado Corazón de Jesús, para que a fin de mes la Providencia me enviara los recursos necesarios para la subsistencia de mi familia. Imploré, imploré sin parar».
Y el resultado de tanta súplica no se hizo esperar: le llegó de Recife una notificación bancaria de que se encontraba a su disposición una cantidad relacionada con un procedimiento judicial cuya decisión le había sido favorable.
Extremadamente consolada, Renilda se dirigió a una sucursal bancaria para retirar el dinero. «El importe fue suficiente para pagar algunas cuentas atrasadas y cubrir los gastos esenciales, lo cual sólo fue posible gracias a la bondad inmensa de Dña. Lucilia, que socorre a todos sus hijos espirituales, bastando acudir a ella con fe y devoción. Doña Lucilia realmente nunca nos desampara. Que las oraciones de sus hijos continúen siendo realizadas en agradecimiento por su benevolencia maternal, y en la intención de que sea elevada cuanto antes a la gloria de los altares entre los santos reconocidos oficialmente por la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana».
(Extraído de Revista Heraldos del Evangelio, agosto 2023)