La luz se había ido, pero el cuadro-lamparita permaneció encendido

Creo que lo ocurrido ha sido una señal de cómo ella permanece siempre junto a nosotros. Aun cuando todo quede a oscuras.

 Elizabete Fátima Talarico Astorino

Prueba de que la acción de Dña. Lucilia tiene por objetivo más pacificar el alma que resolver un problema concreto terreno, es lo que sucedió en casa de Fátima Doná, de São Paulo.

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Captura de un vídeo en el cual se muestra la casa a oscuras y el cuadro-lamparita encendido. En el destacado, el cuadrito iluminado.

Narra ella: «Una vez se fue la electricidad en mi casa, así como en las demás residencias cercanas, pero un cuadro luminoso de Dña. Lucilia que tengo en mi salón no se apagó. Los aparatos electrónicos no estaban funcionando. Todo estaba oscuro en mi casa, y en la calle no había iluminación alguna, sin embargo, ese pequeño cuadro-lamparita con la foto de Dña. Lucilia permanecía encendido. Estaba conectado directamente al enchufe, no tenía pilas que lo mantuviera en funcionamiento».

Y concluye: «Creo que lo ocurrido ha sido una señal de cómo ella permanece siempre junto a nosotros. Aun cuando todo quede a oscuras, incluso sin que nada “funcione”, ella continúa sonriéndonos y escuchándonos, dispuesta a ayudarnos».

A través de este simple hecho, Fátima pudo confirmar, como tantas otras veces a lo largo de su vida, que en cualquier circunstancia y dificultad Dña. Lucilia está iluminando su camino, conduciéndola hacia el bien junto al Sagrado Corazón de Jesús.

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(Extraído  de Revista Heraldos del Evangelio, noviembre 2020)

2 comentarios en “La luz se había ido, pero el cuadro-lamparita permaneció encendido

  1. Buenos días e leído este mensaje primero muy bonito y conmovedor y muy lleno de esperanza, x su puesto yo lo creo aunque hay situaciones q no entienden pero dios hace q sucedan para nuestro bien del alma y para ser fiel testimonio , gracias por compartirlos bendiciones

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